La Fiscalía de Coronel, región del Bío Bío, no descarta que el robo protagonizado por los “piratas del jurel” sea por encargo y que dicho fenómeno sea una muestra de crimen organizado.
En ese sentido, los denominados “turbazos en el mar” podrían estar vinculados a “asociaciones ilícitas” por la cantidad de productos sustraídos.
El fiscal jefe de Coronel, Hugo Cuevas, señaló que una de las hipótesis que se manejan en la investigación por el caso de los “piratas del jurel” sea el “robo por encargo”.
Y si bien existe información reservada en medio de la indagatoria, complementó que son diversas las líneas investigativas en torno al ilícito.
Por ejemplo, que el destino final de la pesca sustraída sea el “mercado local” -por ejemplo, las ferias libres- las propias pesqueras donde se puede dar un fenómeno similar al robo de la madera, como también su comercialización al extranjero.
De esto último, existen elementos de análisis como falsificación de documentación y blanqueo de actividad ilícita.
Por otro lado, el persecutor no descarta que estos denominados “turbazos en el mar” estén vinculados a “eventuales asociaciones ilícitas” por la cantidad de productos sustraídos.
De ahí que cuando se le consultó si lo anterior puede ser una muestra de crimen organizado, el fiscal aseveró podría darse dicho fenómeno de existir una estructura en base a “proveedores”, “ventas de pesca ilícitas” y medios adecuados para su transporte.
Cabe recordar que de los 12 detenidos por robo con intimidación que afectó a la nave industrial San José de Orizon, siete quedaron con arresto domiciliario total.
Mientras que Claudio Monsalves Sáez, Joan Rojas Arce, Carlos Molina Sáez, Marco Monsalves Salazar y Yohan Becerra Espinoza -todos chilenos, cuyas edades fluctúan entre los 30 a 42 años- se encuentran en prisión preventiva.